Las señoritas de Avignon (1907), obra de Picasso.
Obra de Picasso, su título en francés es Les demoiselles d'Avignon.
Este cuadro, marcó el comienzo de su Época Negra, y los críticos del siglo XX han querido ver en él la clave para hablar de cubismo, del cual el artista español es el máximo exponente. Picasso rompe aquí con e realismo y rompe con las leyes de la perspectiva establecidas desde el Quattrocento. La obra tuvo un total rechazo. Sin embargo, Picasso -intuyendo su importancia- continuó investigando. El tiempo le daría la razón y la obra cambiaría el curso de la Historia del Arte muy poco tiempo después. Se la considera el inicio del cubismo.
El título
Picasso no ponía casi nunca título a sus cuadros hasta bien pasado el tiempo, a veces hasta dos años después de ser pintado. En el caso de esta obra ocurrió lo mismo, cuando Picasso presentó la obra a sus amigos era una obra sin título. No hay datos fidedignos y escritos sobre esta cuestión pero se cree que fue su amigo Apollinaire quien le dio el título de El burdel filosófico y después André Salmon lo llamó Les demoiselles d'Avinyó, una calle de Barcelona, en la que había prostíbulos. Salvo aquellos amigos, nadie conocía tal calle y pronto empezó a confundirse el nombre de Avinyó con el nombre francés Avignon, tan cercano en la pronunciación. Cuando por fin el cuadro se presentó con título fue con el de Les demoiselles d'Avignon y así ha llegado hasta el tiempo actual.
Todos aquellos amigos (un grupo muy reducido) a quienes Picasso enseñó el cuadro en privado coincidieron en sus comentarios sobre el gran impacto que les produjo. Hubo asombro y también burla. Picasso lo enseñó y lo guardó hasta que en 1916 (nueve años más tarde) fue expuesto. Trascurridos otros ocho años, Picasso lo vendió por un precio no muy elevado.
Descripción del cuadro
La escena tiene lugar en el interior de un prostíbulo; esto no se deduce mirando simplemente el cuadro sino por el conocimiento que se tiene de la historia de esta obra desde que Picasso la mostró en privado a un grupo de amigos. Aparecen cinco mujeres desnudas y en el centro, en la zona de abajo se muestra un bodegón compuesto por algunas frutas: una raja de sandía, un racimo de uvas, una pera y una manzana, todo ello sobre una mesa tapada con un mantel arrugado de color blanco.
De las cinco mujeres hay tres que tienen unas caras especiales, como si en realidad fueran máscaras pintadas sobre el rostro. Se trata de la que está a la derecha agachada, la que está detrás de ella y la que se encuentra a la izquierda. Las dos del centro tienen sus caras más acordes con el resto del cuerpo. La mujer de la izquierda parece que está entrando en la habitación y sujeta un cortinón con su mano izquierda alzada. La figura que está a su lado, otra mujer desnuda, tiene una perspectiva muy especial. A primera vista parece que está de pie, aunque con una postura forzada. Si el espectador se abstrae en esta sola figura puede ver que Picasso la pintó tumbada y vista desde arriba, con su brazo derecho doblado tras la cabeza y una pierna cruzada sobre la otra. A continuación la mujer que está en el centro levanta los brazos doblados por detrás de su cabeza. En la esquina de la derecha está la única figura sentada, en una posición anatómicamente imposible, de espaldas al espectador pero con la cabeza completamente de frente. Tras ella se encuentra la quinta mujer, de pie, que también parece descorrer una cortina.
Los colores oscilan entre el rosa, ocre, azul y blanco.